Oso blanco; Sísifo en loop

por: Olga Brutau

En el segundo episodio de la segunda temporada de Black Mirror: “Oso blanco” (escrito por Char Brooker, dirigido por Carl Tibbets y estrenado en 2013) se presenta un espejo de la sociedad contemporánea, en donde se reflejan aspectos negativos que vienen creciendo en los seres humanos desde el inicio de algunas civilizaciones, y que se han acentuado dado a elementos pertenecientes a esta etapa cronológica, como el internet y la inmediatez de los recursos audiovisuales.

La historia es acerca de Victoria Skillane, una mujer que es castigada diariamente con tortura psicológica y física, además bajo efectos amnésicos, por lo que cada mañana se despierta sin saber quién es, qué hizo, y dónde está, para, en el transcurso del día, darse cuenta mediante sus sanciones; todo eso, en un parque de justicia creado específicamente para hacerla cumplir su sentencia. Sus cargos: haber sido cómplice de su ex pareja en el secuestro y asesinato tortuoso de una niña de seis años, y participar grabándolo todo.

Fotograma del capítulo Oso Blanco de Black Mirror.

Entretenerse viendo el sometimiento ajeno no es novedad, está el registro de los combates a muerte de los gladiadores, las luchas entre fieras salvajes en la antigüedad, e incluso el hecho histórico de la crucifixión de Jesús que se realizó públicamente; al parecer, al ser humano desde siempre le ha atraído la crueldad, y el morbo que ésta representa; la diferencia es que en ese entonces no contaban con una herramienta con capacidad de retratar perfectamente algunos minutos de la realidad y reproducirlos al instante, instrumento que sí tenemos nosotros actualmente con la grabación de los vídeos.

Del hecho de que la punición de Victoria Skillane, sea repetir constantemente la misma jornada de suplicio hasta el fin de sus días, surgen cuestionamientos filosóficos, pero más allá del debate ético desatado por el argumento del capítulo, que invita a cuestionar la manera cruel y mediática en la que la protagonista se ve obligada a asumir el juicio impuesto sobre ella, es también importante reconocer por qué se ve equiparada la tortura diaria de Victoria Skillane, con la tortura grabada de la pequeña niña que fue su víctima.

Así como Sísifo fue condenado a la repetición eterna, en cierta medida, el contenido audiovisual, al grabarlo, subirlo a internet y tener la posibilidad de ser reproducido las veces que sea, donde sea y cuando sea, castiga al sujeto a revivir el suceso infinitamente en la eternización de la nube.

Sísifo por Tiziano (1576)

El registro videográfico que le hizo la protagonista a la víctima, convierte a ésta última en una representación de Sísifo: aunque no estemos viendo a aquel personaje mitológico cargando la piedra cuesta arriba una y otra vez, lo está haciendo, pues está condenado a ello, asimismo, aunque no estemos reproduciendo un suceso mórbido que haya quedado registrado, cada que alguien decide darle Play, vuelve a suceder, una y otra vez, de manera incesable, las veces que esté la posibilidad de reproducirlo. Es una condena al sufrimiento en loop.

2020

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s