Los últimos días del artista suicida

Isn´t it a lovely day mr Bukowsky?

 

Carmen, vendedora, miércoles, 8 pm, afueras del museo

Yo vi a un muchacho gritando cosas, no sé qué decía, estaba de espalda vendiendo un pielroja y un minuto, oí que la gente gritaba, pero eso pasa siempre, gente que pasa, unos metiendo bareta, otros cantando, tocando la guitarra y los del yoga, gente, y una gritería y luego un golpe seco contra el piso, no sé qué pasó y ay Dios mío, vi a ese muchacho ahí destortillao, se había tirado desde la parte de allá arriba de ese muro y cayó más feo ay Dios que pensará la mamá de eso, mínimo estaba to´ drogado, esa gente tiene cosas raras, no le digo que todos, unos vienen y me hablan doña Carmen cómo le va, hasta me preguntan por mis hijos, la mayor de vez en cuando me acompaña, ella es muy bonita. Lástima que tiene un marido que le pega, yo le digo que lo deje, como si yo no hubiera pasado por eso con el papá de ella, pero no me hace caso, y ese muchacho, ese día fue espantoso Dios mío, gritaba y gritaba cosas y luego oí un golpe seco y era él contra el suelo yo no sé ni cómo vengo aquí después de eso fue horrible, pero tengo que vender porque si no cómo pago el arriendo, espéreme un momento. Vea yo no sé qué le pasó a ese muchacho, parece que se estaba quejando, yo oí una gritería y luego más gritos y gente llorando, de ahí en adelante fue tan horrible eso, que como dice la canción la pelea y el bochinche no me hacen falta, mejor me fui, ¿para qué va a ver uno esas cosas tan feas? Luego no puedo ni dormir,  si con el sólo escuchar el pum contra el piso me pongo mal pa´ que más, ¿va a comprar algo?

Gerardo Soto, profesor de Artes, lunes 3 pm, Universidad del Baile

Él siempre fue como raro, de esos estudiantes que hablaban muy poco, por lo menos en mi clase, sí, yo enseño estética clásica, Hegel Kant y el romanticismo alemán, fue en lo que me especialicé, si claro usted sabe que uno estudia la estética pero se especializa, así toca hoy en día, como los médicos, no puede decir uno que sabe de todo porque nadie lo toma en cuenta, si, es un curso obligatorio, aquí hay varios cursos que se tienen que ver, pero otros que se pueden escoger, no de performance no hay, bueno, Rojas era callado, escribía mucho, bueno eso parecía, una vez le pregunté que estaba escribiendo y me dijo “un manifiesto” que no lo iba a leer, uno no obliga a nadie a hacer nada, eso es como el amor, no soporta el imperativo, me entiende, es de esos chistes de internet, él venía cumplido y entregaba sus trabajos a tiempo, no tengo ninguno aquí, uno devuelve los trabajos no vaya ser que lo acusen de quedarse con las ideas de los demás y plagiarlas, conozco a más de un colega así. Mantenía mucho con Rubén, él tiene clase el jueves dese la venida por aquí si le interesa hablar de eso, como le digo a mi me tomó la noticia por sorpresa, esa noche me avisaron, mi novio estaba allá, yo andaba en clase a esa hora, él se puso muy mal, era compañero de código, si por aquí tengo el teléfono para que hablen, espéreme lo llamo y le pregunto si quiere hablar de eso. No que no quiere ni pensarlo. Bueno sus trabajos tenían calidad, pues mejor que los del resto, como le decía era callado, recuerdo mucho uno que hizo sobre Hegel y cómo lo situaba en medio del silencio del barbecho invernal, recordé esa frase del texto de Heidegger “El origen de la obra de arte”, me gustó siempre esa frase, me pareció claro y la manera de contraponer la finalidad del arte como representación sensible del absoluto en sí mismo, a la idea kantiana del tercer momento, la que dice que lo bello es forma de la finalidad de un objeto en cuanto es percibida en él, sin la representación de un fin, finalidad sin fin, como dice la traducción de Morente porque no trabajo la de Oyarzún, aunque lo conozco, vi una conferencia de él pero uno tiene sus resabios y me quedé con la otra traducción. Bueno me desvío y me voy por las ramas, me gustó esa idea y cómo la trabajó, lástima que el muchacho le pasara eso, de pronto tuvo problemas en casa o con la novia o ya venía rayado como dicen estos por aquí, es una pena, me parece que escribía bien.

Manuela, madre, viernes, 8am hogar de reposo

Ay mi muchacho, yo no sé qué le pasó, a mí me dijeron que no hablara de esto, hasta me cuesta hacerlo, pero es como una terapia sabe, a usted no lo había visto antes, ha venido varia gente policías, amigos y periodistas, ¿usted es periodista? Ha ya, un trabajo para un concurso, ojala le vaya bien y hablé bien de mi muchacho, miré yo no sé ni que decirle, que yo supiera el no metía droga a veces me parece se tomaba una cerveza, lo normal, pero no lo vi borracho, le gustaba leer, eso sí era como adicto a eso, yo no si eso le cayó mal, al final sólo me hablaba de la universidad y que no sabía que hacía ahí, el dibujaba muy bien no sé porque no le mostraba eso a nadie, vea aquí tengo un dibujo de él, a no, me lo quitaron los médicos, ay mi muchacho, me da tanta tristeza eso que le pasó, aquí ya vienen los doctores, no el joven no me está molestando, sólo quiere saber qué le pasó a mi muchacho, me tengo que ir no me dejan hablar de eso, si, ya me tomé las pastas me tranquilizan un poco, yo no tomaba esto, pero ahora me toca, no me siento bien, no sé qué le pasó, a veces pienso que es mi culpa, si fue que no le dediqué tiempo o no supe bien, no tengo más hijos el papá murió hace años, ahora no hay nadie en la casa, no, no puede ir, no me gustaría que nadie viera sus cosas, me tengo que ir.

Rubén, compañero, jueves, 6pm, salones de clase

Andrés era muy inteligente, escribía todo el tiempo y se quejaba de todo, le gustaba leer a Butler y la teoría de la construcción de género como performance, de hecho eso es lo que más le gustaba, traspasaba eso a la vida personal, decía que la vida era un performance, una actuación, un simulacro aunque eso sí lo decía por Baudrillard, me da tristeza sabe, ¿quiere una cerveza? No él no consumía nada, creía como Nietzsche que todo dependía de la inteligencia y no la alteraba con nada, le gustaba mucho el performance eso sí, el día del trabajo final de estética I su performance fue permanecer callado, sentado como Cage pero sin piano, usando el silencio como pretexto, casi no le gustaba que fuera nadie a la casa, no le conocí novia ni crisis sentimentales, estaba comprometido con él y con el arte, lo decía todo el tiempo, “soy para el arte, mi vida es arte”, se mató por intelectualismo. Recuerdo el día que se le ocurrió esa idea, nos conocimos aquí, a veces íbamos al auditorio a ver películas hasta que cerraron la cinemateca, en una ocasión estaban presentando un ciclo de los Looney Tunes, y uno en especial le llamó la atención, me acuerdo como le brillaban los ojos, puro fuego, era el cartoon del pato lucas haciendo una presentación, creo que se llama “Daffy duck in the best act in year” ese en el que se toma unos explosivos y luego explota, lo ha visto?

Y los aplausos del Bugs Bunny “eso es lo que le gusta a la gente, show y espectáculo para las masas, verlo sufrir a uno hasta que se mate” eso dijo yo no lo presté atención, él decía muchas cosas, al final del cartoon cuando le piden más al pato lucas dice, lo siento, sólo lo puedo hacer una vez. “Para que más” me dijo ese día. Que iba a saber yo. El me dejó esta carta vea, es lo que estaba gritando el día que se tiró desde la parte más alta del museo, espero que todo se aclare, no le vaya a decir a nadie que yo se la di.

Hoja sin fecha

Esto no es un manifiesto.

No vengan que con su cuerpo cualquiera es un artista, que entonces ando biringo por la calle y me amarro a un árbol y me corto las guevas y ya, o que mancho todo con la menstruación dentro de una vitrina o un lienzo y listo, o que exhibo mi vagina frente al cuadro de Courbet y soy el cuadro vivo, ¿y la resistencia del tiempo frente al espacio? ¿En qué se diferencia de un culo hablando? Que vivan los premios y el reconocimiento para decir que todo lo estamos haciendo bien, que nuestro cuerpo es expresión y palabra, bello gesto aquel. Una vez vi a la Arjona diciendo el arte es para provocar, estaba doblando papelitos y había un skin head con ella que la grababa, le pregunté ¿a qué horas termina? y me dijo, terminará cuando termine, y era obvio, ¿le importó demorarse a Hincapié en cada una de sus cosas o a la Ariza mientras se peinaba de blanco porcelana? ¿Acaso importa que el festival de performance de Cali lo hagan cada que san juan agache el dedo porque plata no hay? ¿Y cuando se haga se vuelva la feria de la video instalación porque los performances no son más que gestos comunes de otros festivales? ¿No tienen que copiar? Rompan papel, Murakami era más poético o si no les da, vayan al cliché y terminen de joder a Beuys, pero en vez de vivir con un lobo enciérrense con un gallinazo a ver si se los come, muertos en vida. Que entre Fluxus y escoja que mucho no hay, ¿quieren un performance? Tengan un parto, sientan el dolor y la sangre de sus madres, llénense de mierda y abracen a quienes vean en la calle, que todos cagan pero nadie quiere reconocer lo que sale de sus nalgas, ¿quieren un performance? pues vivan y mueran, follen, muérdanse el codo, saquen cuadros, grabados y aguafuertes de museos y galerías y déjenlos por ahí, en un hotel de mala muerte o en cualquier calle, allí tienen más dignidad que encerrados como una porcelana china que nadie sabe que significa, descontextualizados, lejos de su lugar de creación, como el Partenón que reposa en Berlín hurtado de su mundo, como las figuras precolombinas que nadie valora y ahora todos lloran. Quieren un performance, mátate mi amigo, mátate, pero sólo se hace una vez, como vivir, entonces que valga la pena, make it count, que esta es tu vida y se acaba un minuto a la vez y hasta que no te des cuenta de esto, eres inútil. El público es voluble. Larga vida a la muerte, venceremos.

Luis Felipe Vélez

Cali, Agosto 2015

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